domingo, 2 de julio de 2017

DOS HISTORIAS TORCIDAS.

Por Félix Edmundo Díaz

 Resultado de imagen para rosa maria paya y eliecer avila

Ella nació en el seno de una familia profesional y asistió a la primaria, la secundaria, el pre y se graduó en la universidad; su trayectoria, como la de cualquier niña cubana, fue la de “Ya sé leer”, pasando por Pionera, adolescente y joven sencilla que gustaba de las lecturas y fiestas, a la par de observar, mientras crecía, lo ‘activo’ que era su papá, siempre de aquí pa’ya inventando como ponerle traspiés a los malditos comunistas que le daban (gratis) letras y números a ella, sus primos y a los otros niños, y además, salud para su familia y toda la gente… y así fue creciendo sin comprender que podía justificar los continuos ataques de su papi y sus permanentes genuflexiones ante los visitantes extranjeros… a él (papi) le daba igual que hablaran en Ingles, Checo o Español, pues para estos siempre había, a flor de labios, un “Yes Sr.” (en el idioma del visitante de turno) .
Entonces  sucedió lo peor, un día su papi viajaba acompañado de dos mensajeros del Imperio y el exceso de velocidad, la impericia, el cansancio o la emoción, solo Dios sabrá cuál de estas causas o todas juntas, provocaron que el conductor perdiera el control del vehículo y se estrellara contra un árbol con el saldo doloroso de cobrarse la vida de papi.
La minuciosa investigación criminalística demostró lo único que podía haber sucedido y sucedió: un accidente de tránsito fatal, pero esa conclusión no le convenía al Imperio ni a sus lacayos y empezaron a inventarse autos fantasmas de vidrios oscuros, persecuciones y derrapes de neumáticos invisibles que, aunque inexistentes, sirvieron para la algarabía… y ella, la muchacha sencilla, tras algunas lágrimas, interrumpió su luto para comenzar a brincar sobre el “sucio legado” de su papi, cual si lo hiciera en trampolín de pileta de clavados y, haciendo unas cuantas piruetas grotescas, se lanzó ‘de a lleno’ en el estiércol…
El nació en el seno de una familia humilde y asistió a la primaria, la secundaria, el pre y se graduó en una universidad; su trayectoria, como la de cualquier niño cubano, fue la de “Ya sé leer”, pasando por Pionero, adolescente y joven sencillo que gustaba de las lecturas y fiestas, pero (siempre hay un ‘pero’) este joven, por sus resultados y compromiso, fue seleccionado para estudiar en una universidad nueva en la que adquiriría los mejores conocimientos en las Ciencias Informáticas; pero (hay un segundo ‘pero’) este joven, además, tuvo el privilegio de participar en un conversatorio con el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y de hacerle preguntas, ese tipo de preguntas que algunos consideran irreverentes máxime cuando las hace un joven, y que les fueran respondidas por el invitado; pero (un tercer ‘pero’)lo que más llegó a la mayoría de los jóvenes (y a los no tan) fue el reclamo de ese muchacho que defendía su libertad de viajar al extranjero para poder ir a La Higuera y ver con sus ojos el lugar en el que asesinaron al Che… bellas palabras, que resultaron tan bellas como falsas cuando, tras obtener su pasaporte, hizo las maletas y fue a reunirse con os mismos que aplaudieron y pagaron el horrendo crimen.
Esta es la historia de dos historias torcidas, cuyo colofón resultó en el convite celebrado en un teatro de la Florida con la actuación de Trump, rodeado de viejos y nuevos mercenarios, algunos lo hicieron físicamente y otros ‘con el corazón’, pero mercenarios al fin, como para acuñar aquello de que “… el diablo los junta”, o como hubiera dicho nuestro querido Chávez: ¡Más azufre imposible!
Nota: Cualquier semejanza con personas y eventos reales es totalmente intencional.
Otra nota: ¡¡NOSOTROS SOMOS MUCHOS MAS!!